16/5/13

Todos tenemos sueños y planes para nuestra vida. Pero cuando la realidad no satisface las expectativas que surgen de esos sueños, afrontamos la posibilidad de desilusión y hasta desesperación. Esas fuertes emociones negativas pueden llevarnos a tomar malas decisiones. Y esas malas decisiones luego resultan en consecuencias perjudiciales, y la espiral de emociones negativas se vuelve cada vez más descontrolada hasta llegar al extremo de que nos sentimos atrapados en un mundo que nunca imaginamos ni soñamos.

A pesar de que al transcurrir de  nuestra vida no se concreten esos sueños es presiso adaptarnos a la nueva realidad que se esta viviendo e iniciar en nuevos sueños, nuevos planes.

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